Ampollas 4 minutos de lectura

Consejos si estás de pie todo el día

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Llegar al trabajo, ir a clase, café, asistir a una reunión, ponerse al día con los amigos, arreglarse el pelo, otro café, hacer la compra de la semana, ir al gimnasio, reunirse con amigos después del trabajo, cenar fuera, y finalmente, llegar a casa. Agotador, ¿verdad?

Todos estamos tratando de dar los 10.000 pasos diarios recomendados.

Pero este ir y venir es agotador para tus pies. Para mantener el ritmo, debemos cuidarlos. Desafortunadamente, no siempre podemos utilizar nuestras zapatillas para ir a trabajar. Todo el día con zapatos de negocios o tacones altos resulta un incoveniente para unos pies felices.

Por ejemplo, Caroline es directora de arte de una agencia digital. A veces le gusta usar tacones para trabajar porque le quedan geniales y le hacen sentir segura. Sabe que un día largo con tacones supone molestias para sus pies, por lo que elige ponérselos en días tranquilos en la oficina. Pero de repente, hay un cambio de planes.

Un cliente acaba de llegar a la ciudad y quiere reunirse hoy para hacer cambios de última hora en una campaña. Esto significa nuevos plazos, nuevas reuniones y caminar mucho. Primero, Caroline tiene que reunirse con el cliente. Su hotel está a tres calles de distancia, y en tacones tres calles pueden convertirse en todo un desafío. Regresa a la oficina, se sienta durante 20 minutos y luego sale a otra reunión con el diseñador. Comienza a sentir una pequeña presión en su pie izquierdo, pero no hay tiempo para lidiar con eso. A la hora del almuerzo, Caroline no tiene fuerzas. Las ampollas se han desarrollado en ambos pies y le duele. Si usara zapatos cómodos, estaría corriendo y controlando a su equipo, pero en cambio está sufriendo en su oficina, buscando una tirita en su escritorio.

¡Si tan solo tuviera apósitos para ampollas especializados!

Al tener los apósitos para ampollas en tu bolso o cajón del escritorio, evitas que una nueva ampolla empeore, o bien sirven para aliviar el dolor de una ampolla que ya está desarrollada.

Pero las ampollas no solo afectan a las mujeres con tacones. Por ejemplo, Peter es gerente en una obra y hoy lleva botas de trabajo nuevas. Su día consiste en revisar toda la obra, asegurarse de que todos se presenten, pasear con los arquitectos, etc. El polvo y los escombros comienzan a entrar en sus botas y las ampollas comienzan a formarse. Pero no hay tiempo para hacer un descanso y buscar un apósito para ampollas. Lo aguanta, pero cuando llega a casa, sus pies no son algo bonito de ver. Lástima que no hubiera apósitos para ampollas especializados en su caja de herramientas.

La conclusión es que las ampollas les salen a todos y, aunque pueden ser pequeñas, pueden estropear tu día. Al tener los apósitos para ampollas en tu bolso o cajón del escritorio, evitas que una nueva ampolla empeore, o bien sirven para aliviar el dolor de una ampolla que ya está desarrollada. Por lo tanto, podrás seguir tu día con normalidad.

Guillermo Sellers Fernández
Guillermo Sellers Fernández
Director Médico en Perrigo España
Representante del departamento médico del laboratorio PERRIGO ESPAÑA, S.A.