El herpes labial es causado por el virus del herpes simple 1 (HSV-1). Este tipo de infecciones no tienen cura y se puede experimentar un nuevo brote de herpes labial.
Un virus recurrente
No puedes deshacerte del virus en sí. Desafortunadamente, después de la primera infección, el virus del herpes permanece latente para toda la vida. Algunos factores externos pueden provocar su reactivación.
¿Qué significa que el virus se “reactiva”?
Las infecciones por HSV-1 tienen tres fases:
- La primera infección: al contagiarte del virus por haber tenido contacto con otra persona infectada o con algún objeto que haya tocado. Una persona puede infectarse a partir de los 6 meses de edad.
- El período de latencia: cuando la infección viral está latente y no se presentan síntomas.
- Reactivación o recurrencia: cuando los factores desencadenantes como el estrés emocional, la fiebre o la exposición a la luz solar hacen que el virus se despierte.
Información adicional sobre la recurrencia
Alrededor del 20% de las personas infectadas sufrirán una reactivación del virus unas dos o tres veces al año, mientras que otras tienen un brote inicial y no vuelven a tener otro.
En el primero de los casos, las personas infectadas tendrán brotes repetidos que comenzarán con una sensación de hormigueo o ardor. Después aparecerán unas ampollas que comenzarán a supurar. El herpes labial aparece siempre en el mismo sitio.
La gravedad de los brotes suele disminuir con el tiempo. Por su parte, la reactivación del virus tiende a disminuir en personas mayores de 35 años. Los síntomas también pueden ser menos graves en cada recurrencia.
¿Cuáles son los síntomas?

Hormigueo o sensación de picor cerca de los labios, dolor ardiente, y enrojecimiento son las señales de advertencia de que está a punto de aparecer el herpes labial.
Tardarás uno o dos días en ver la aparición de varias ampollas pequeñas que crecen juntas, enrojeciéndose e inflamándose. La frecuencia y la gravedad de las llagas disminuyen a medida que se envejece.
¿Qué hago si el herpes labial se reactiva?
Tu herpes labial es contagioso desde que tienes los primeros síntomas. Por ello, es importante que te protejas de la propagación del virus y a los demás de contraerlo.
Lo primero que debes hacer es intentar no tener contacto con la herida y lavarte las manos si lo tienes. En segundo lugar, evita besar o compartir cubiertos o cualquier utensilio que hayas tocado, o compartir toallas. Así, protegerás a otras personas de la infección.
Los apósitos médicos, como COMPEED® Calenturas o Herpes Labial, proporcionan una barrera protectora y reducen eficazmente el riesgo de propagar el virus a otras personas y a otras partes del cuerpo. Estos apósitos se usan en cualquier etapa de un brote, aunque siempre es mejor hacerlo cuanto antes. Contienen hidrocoloides, creando un ambiente húmedo óptimo para que se cure rápidamente.